“Desde los dos años le empezó un quiste en la mano, no lo pudimos tratar en ese momento. Ahora, con 7 años, que tuvimos la oportunidad, hicimos todo lo posible para que sea tratado” nos comenta la madre del pequeño Walter.
“No sabíamos que la Fundación trataba estos problemas hasta que una vecina nos comentó que aquí nos podrían ayudar.” Muchas veces no sabemos quién será nuestro vehículo para llevar esperanza a otras personas.
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