
Mi nombre es Maryory Dueñas tengo 32 años, vivo en Olanchito, Yoro. Yo trabajaba en la planta empacadora de banano, un día una compañera comentó que tenía una pelota en la mama, en ese momento se quedó en mi un presentimiento de que debía tocarme y al hacerlo, me di cuenta de que yo también tenia una pequeña pelota, fui al médico y solicité un ultrasonido, el médico se negó añadiendo que al estar joven, eso no era nada, insistí en que me la mandara a hacer a lo que el accedió, en mi ultrasonido se podía ver que tenia una masa en la mama, la enfermera que me realizó mi ultrasonido me dijo que eso posiblemente me iba a salvar la vida ya que aparecía la masa y tenia ganglios, en ese momento supe que Dios me iba a salvar la vida, fui a donde el médico y solicité una cita con el Ginecólogo y debido a una huelga en el hospital público el doctor se negó a darme la cita insistiendo en que lo que yo tenía no era nada, dejándome una cita para dentro de 4 meses, mi esposo y yo ayunábamos y le pedíamos ayuda al Señor, luego de un mes en ayuno tuve una revelación, en donde me veía y se me caía el cabello, eso me asustó y le pedí al señor que me dijera si esta revelación era por obra de el, en la siguiente noche soñé que me encontraba en una habitación y yo estaba peleando con una serpiente que tenia cabeza de cangrejo y cuernos, espiritualmente pensé que me estaba enfrentando al mismísimo diablo, en ese momento supe que no me estaba enfrentando a una enfermedad cualquiera, era prácticamente como un demonio. Hablé con un primo que era Patólogo y le dije que si por favor podía hacerme una biopsia, el me dijo que si, me moví a un Hospital de Tocoa, allí había un Radiólogo que me hizo un ultrasonido y que me ayudaría, para ese momento éramos personas de escasos recursos, mi esposo estaba sin trabajo y yo también pero jamás perdimos la fe en Dios ya que el puede hacer cualquier cosa. Finalmente el médico me dijo que las cosas no andaban bien, que tenia ganglios axilares, tenia una masa, me comentó que tenía que hacerme una biopsia con un costo de L14,000, me preocupe muchísimo así que ore al señor y logré reunir L5,000. Para el día de la biopsia estaba orando, diciéndole a Dios que estaba pasando por momentos difíciles, que no tenia el dinero por mi situación económica de ese momento, en ese momento le comenté al médico que solo contaba con esa cantidad de dinero a lo que el respondió que eso costaba, en ese momento vi el primer milagro que Dios hizo. El médico tomo las muestras y resultó que tenía cáncer, no podía creerlo y en ese momento solo pensaba en mis dos hijas pequeñas, que no tenía dinero ni trabajo pero confiando en Dios todopoderoso. Mi fe siguió creciendo, fui a una vigilia que quedaba a media hora de dónde vivíamos, fui confiando en que Dios me ayudaría con toda la situación, sentía que era una sentencia de muerte todo esto y aun así no renegué ya que Dios sabe porque pasan las cosas, el pastor me llamó a mi esposo y a mi y oró por nosotros, confié fielmente en Dios ya que el sería quien proveería. Cada quimioterapia costaba L8,800 y la primera fue costeada por una tía que venía de Estados Unidos, seguí orando y las puertas se abrían, logré realizarme cinco. Un día alguien me dijo que en la Fundación Ruth Paz llegaría una brigada de Cáncer de Mama, le dije a mi Oncólogo que me revisara si me podrian operar ya que en una institución privada me cobraban L50,000 y pues no tenía esa cantidad, el Oncólogo rechazó la idea diciéndome que tenía que realizarme las 8 quimioterapias y que luego buscará el dinero para operarme, le solicité que me revisará, que quiza el tumor se comenzaba a deshacer, el me chequeó y me dijo que si se había reducido, que podía ser operado. Creo que en la vida de nosotros los seres humanos no hay peor lucha que la que no se hace, dice la biblia que muchas veces podemos perder la vida pero lo importante es a donde irá nuestra alma, en mi caso siento que aún no llega la hora de partir, Dios murió por nosotros para que podamos estar aquí con vida en abundancia, le agradezco a Dios y a los doctores por ayudar a personas como yo, personas humildes que solo tenemos a Cristo en nuestro corazón.
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